San Juan del Río surge como
un oasis inesperado con su extensa variedad de productos gastronómicos, típicos
y de la región, que son uno de los atractivos tradicionales en el municipio y
que este 15 de septiembre serán parte de los festejos patrios, antes y después
del Grito de Independencia.
La gastronomía acapara gran variedad de comidas típicas y antojitos, que puedes encontrar por las calles de la ciudad.
Gorditas, dobladitas,
pambazos, tortas de tamal, tacos de guisados y de canasta, así como la
tradicional barbacoa y hasta carnitas, es parte de la gastronomía en el
municipio.
Estos son las principales que
abundan en diversos restaurantes y fondas, para deleitar el paladar de los
sanjuanenses con un mestizaje mexicano, puesto que se compone de platillos
elaborados con ingrediente originales de la región y otros de distintas partes
del país.
Su tierra abundante en los
tiempos coloniales ha desatado buenas perspectivas que significa mucho para la
agricultura, pues sus riquezas y constante agua permiten a los productores
cultivar alimentos frescos, gracias a los minerales que se encuentran en su
cercanía.
En las calles principales de
San Juan del Río se dota de rica comida y antojitos que puedes degustar a
cualquier hora del día, eso sin dejar a un lado la amabilidad de los vendedores
o comerciantes que se encuentran en esa zona.
Los chiles pasados rellenos
de queso y capeados con huevo, que son otra alternativa para un gusto delicado;
y se suman los nopales en penca, el conejo en pulque, rollos de guayaba, las
empanadas, la cajeta de membrillo y el jamoncillo.
En cada esquina se encuentran
puestesitos de antojitos, frituras, dulces, chocolates, pan dulce y enchiladas
de canasta.
En cambio, sus alimentos son
clásicos en el centro de mesa, como los tamales, el elote blanco y rojo, las
carnitas, la barbacoa, las gorditas de maíz quebrado que es una especie de
tortilla preparadas con maíz molido a mano, que se rellenan con diversos
guisados, y enchiladas queretanas, que se elaboran con tortillas rellenas de
pollo bañadas en salsa y cubiertas con papas y zanahorias cocidas.
Estos acompañados del cocido
de res con el insustituible arroz rojo, que es uno de los platillos más
fabulosos de la región.
La gran variedad gastronómica
se puede acompañar con un refrescante vaso de pulque, bebida que se obtiene de
la fermentación de la aguamiel del maguey. Si lo prefieres, también puedes
saborear una copa de vino elaborado en la región, de cavas tan importantes como
Freixenet y La Redonda.
NOPALES EN PENCA
Cadereyta, Qro. Uno de los platillos
tradicionales de la zona del semidesierto de Querétaro es el nopal en penca,
platillo que elaboraban indígenas otomíes y que han retomado algunos
empresarios de la industria restaurantera, principalmente de Cadereyta.
Este platillo consiste en una hoja de
nopal en penca que se abre para transformarla en la olla que hervirá el
relleno, el cual originalmente consistía en nopal en trozos o picado, jitomate,
cebolla y chile. Sin embargo, en la actualidad el relleno de este platillo es
de filete de res, mariscos o pollo.
El interés por la elaboración de este
platillo inició cuando Heinz Wagner acudió con su familia a un día de campo en
una zona donde prepararon nopales en penca para consumo de los habitantes del
lugar.
Al observar el proceso de preparación y
cocimiento, determinó introducir este platillo en su restaurante -que se ubica
en la cabecera municipal de Cadereyta-, primero como botana y posteriormente
como una comida que de la carta de Quinta Wagner.
1. QUERÉTARO: ANTOJOS Y
DELICIOSOS POSTRES
Un restaurante excelente en Querétaro es Nicos, cuyo delicioso
pan se disfruta más por las mañanas. Su extenso menú ofrece comida tradicional
queretana. Ahí probamos su famosa receta de la sopa de natas y el mole serrano,
acompañado por guacamole, especialidad de la casa, preparado en molcajete frente
a nosotros.
Para la hora de la comida, en el Centro Histórico, enfrente del
Palacio, está El Mesón de Chucho El Roto, cuya terraza abierta da hacia la
Plaza. Aquí prueba sopes de escamoles, gorditas queretanas y corundas
michoacanas. Otra opción es el restaurante 1810, decorado con fotografías y
utensilios de la época, y que ofrece platillos de la cocina mexicana e
internacional.
Una tercera opción para la hora de la comida es Las Monjas,
localizado muy cerca del Templo y Ex Convento de Santa Rosa de Viterbo. El papá
de la dueña, don Ramón González, se ha dedicado a investigar los platillos
mexicanos de siglos anteriores, por lo que muchas de estas recetas se pueden
degustar aquí. Recomendamos los moles de lechuga y de betabel.
Un lugar imprescindible y emblemático de la ciudad es la
dulcería, cafetería y nevería La Mariposa. De ambiente familiar, ahí se ofrecen
los platillos caseros más típicos de Querétaro. A nuestro paso por allí,
degustamos unas ricas enchiladas y los famosos mantecados. En su tienda
compramos dulces de leche, conservas, fresas y duraznos prensados.
En la noche fuimos a la Cenaduría Blas; desde 1940 es atendida
por sus dueños doña Antonia y su hijo Max, y goza de un ambiente familiar. El
pozole es de primera, las manitas de puerco sabrosísimas y los guajolotes
(tortas rellenas de pollo o puerco y una enchilada), una delicia.
Si aún tienes un huequito, ve a La Viejoteca, un bar de ambiente
y buena música. Ofrece ricas botanas y tacos para acompañar las bebidas. Las
margaritas son su especialidad. Se localiza en la Casa de los Cinco Patios.
2. SAN JUAN DEL RÍO: DE SABORES
TRADICIONALES
Esta ciudad cuenta con agradables hoteles, algunos ubicados en
antiguas haciendas, viejas casonas llenas de encanto y ricos restaurantes.
Destacamos La Bilbaína, lugar donde la cocina española y la mexicana se dan
vuelo con recetas auténticas. Aquí probamos los callos a la bilbaína. Algunos
platillos típicos de la región son los nopales en penca, el conejo en pulque,
los curados de pulque, las chanclas (un tipo de tamal), las enchiladas de
canasta y las gorditas de maíz quebrado. Por supuesto, no pueden faltar las
carnitas y la barbacoa.
3. TEQUISQUIAPAN: LA TIERRA DEL
QUESO Y EL VINO
Antes de entrar en algún restaurante de este Pueblo Mágico nos
dirigimos al Mercado de Artesanías, donde encontramos todo lo necesario para
vestir una linda mesa: manteles, carpetas, individuales, canastos típicos de la
región y cazuelas de Michoacán. En fin de semana, te recomendamos ir a la
sección de comida, pues venden tamales de chile con queso, gorditas recién
hechas, las mejores carnitas y un delicioso chicharrón.
Tequisquiapan es perfecto para degustar los quesos y vinos de
los viñedos de la región. Es un pretexto también para recorrer la Ruta del
Queso y el Vino, donde podrás ver cómo se elaboran y probarlos.
Nosotros visitamos las cavas de Freixenet y catamos vinos
espumosos de primerísima calidad; también estuvimos en los viñedos de La
Redonda, donde el tinto y el rosado nos sorprendieron; y probamos los quesos
Vai ranchero, de oveja y panela.
En el poblado encontramos muy buenos restaurantes: La Valentina,
dentro del hotel La Plaza de Tequisquiapan, es ideal para cenar en fin de
semana, pues cuenta con música viva en el bar. K´puchinos, restaurante-bar muy
animado, es una buena opción para la hora de la comida; aquí recomendamos las
enchiladas queretanas. El Freixenet Wine Bar, ubicado en pleno centro, se
vuelve indispensable para ir a tomar una copa; además ofrece tapas, quesos y
carnes frías para acompañarlos.
El Maridelfi es ideal para desayunar o comer una rica paella los
domingos; está situado en el hotel del mismo nombre.
4. BERNAL: SABORES MÁGICOS
Adornado por el encanto de su peña, Bernal es un poblado donde
se puede disfrutar de las comidas más típicas del estado. Además de ser un
sitio pintoresco, es famoso por sus regios dulces de leche y su fruta
cristalizada, que se venden en casi todas partes.
Aquí la comida se hace en cazuelas de barro y fogones rústicos,
impregnándolos de un sabor espectacular. Lo más destacado son los nopales
santos o la barbacoa de borrego tapada con pencas de maguey, pero también te
sugerimos probar las gorditas martajadas con chiles rojos y las enchiladas
serranas con cecina.
Te recomendamos ir a Bernal el 20 de noviembre, cuando se lleva
a cabo el Festival del Sarape y la Gordita.
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